
Detectar a tiempo los síntomas de insolvencia es clave para la supervivencia de las pymes. Estas son las 10 alertas que no deben ignorarse.
Resulta imprescindible para las pequeñas y medianas empresas estar capacitadas para detectar posibles riesgos económicos y financieros a tiempo, especialmente, para evitar la temida insolvencia, por lo que es importante actuar de forma proactiva antes de que la situación se torne crítica.
Realmente, a muchos empresarios les resulta difícil detectar y reconocer de forma temprana, los síntomas de la insolvencia probable o inminente que presenta su sociedad. Por ello, hemos hecho una selección de esos síntomas o alertas de insolvencia empresarial a fin de orientar a las pequeñas y medianas empresas, de forma que puedan evitar situaciones de no retorno, y preserven la continuidad de su negocio.
Alertas de insolvencia empresarial
1. Falta de liquidez persistente y uso recurrente de financiación
Básicamente, dificultad para mantenerse al día de pago con proveedores, personal empleado, o Administraciones Públicas (AEAT, TGSS, etc.) así como la necesidad de acudir recurrentemente a líneas de crédito para cubrir los gastos más corrientes de la sociedad.
2. Endeudamiento excesivo
Situación en la que el aumento del pasivo es progresivo, mientras que el incremento del activo no, y existe una desproporción importante entre ambos, debiendo incluso acudir a restructuraciones de deuda constantes.
3. Disminución continuada de ingresos
Bien por la caída sostenida en la facturación sin vistas de recuperación, bien por la pérdida de clientes clave o contratos y relaciones comerciales importantes, o bien por ambas cosas.
4. Impagos recurrentes
La empresa acumula facturas vencidas cuyo pago no puede afrontar, incluso ni de forma aplazada, llegando a su inclusión en ficheros de morosos y/o inmersas en procesos judiciales o en procedimientos de apremio que culminan en embargos.
5. Gestión problemática del activo circulante
Principalmente, stock excesivo o de difícil rotación; y derechos de cobro postergados o directamente incobrables.
6. Descuadres contables o falta de información financiera
Frecuentemente, cierre de balances sin datos actualizados que reflejen fielmente la imagen de la sociedad; falta de control presupuestario, inconsciencia de los ingresos y gastos de la sociedad según su actividad, o ausencia de previsiones en tesorería; falta de presentación de cuentas anuales; etc.
7. Altos costes operativos frente a los ingresos reales
Los márgenes de beneficio son cada vez más reducidos, sin que, en muchas ocasiones, sea posible trasladar al cliente final el aumento de costes.
8. Dependencia de un solo cliente o proveedor
Habitualmente, falta de diversificación en la cadena de valor, lo que aboca a sufrir un riesgo elevado de pérdidas si el cliente o proveedor principal reduce su volumen de compras o, directamente desaparece.
9. Necesidad de aplazar inversiones estratégicas
Paralización de proyectos atractivos por falta de recursos, unido en muchas ocasiones, a la pérdida de competitividad y reputación en el sector frente a la competencia.
10. Rotación del personal clave o clima laboral tenso
Ambiente enrarecido provocado por la incertidumbre financiera y/o la salida de personal estratégico por no poder afrontar su coste.
La importancia de contar con asesoramiento especializado en materia de insolvencia
Todas las situaciones descritas pueden abordarse si se actúa con la diligencia y la antelación precisas, lo que hace que sea imprescindible contar con un asesoramiento jurídico experto que ofrezca a los empresarios y empresarias, una visión 360º de su sociedad.
Un despacho especializado en materia de insolvencia es aquel que proporciona al cliente una evaluación jurídica y económica de la empresa a fin de determinar la categoría de insolvencia aplicable a cada caso, evitándola; o de diseñar una restructuración ordenada con la que reconducir la situación. Si se opta por prescindir de este tipo de asesoramiento cualificado, los empresarios y empresarias se exponen a perder el control de su negocio, pudiendo llegar a peligrar su propio patrimonio personal (como en el caso de las derivaciones de responsabilidad a administradores), así como a no acceder a los mecanismos legales existentes en la actualidad para salvaguardara a la empresa (preconcurso, planes de reestructuración, etc.)
Así, desde nuestra experiencia, llevamos a cabo propuestas de valor claras y prácticas que ayudan a las pequeñas y medianas empresas a detectar los síntomas de la insolvencia de forma preventiva, asesorándolas y acompañándolas adecuadamente para garantizarles la viabilidad empresarial y continuación del negocio, diseñando la estrategia legal y económica adaptada a cada caso, sin caer en soluciones genéricas carentes de valor real.
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